Habilidades que los adolescentes desarrollan en la secundaria

Como último grado de la educación básica, la educación secundaria ofrece tres modalidades de servicio: General, Técnica y Telesecundaria, las cuales tienen una duración de tres años y su objetivo es proporcionar a los adolescentes las herramientas necesarias para aprender a lo largo de su carrera.

Su hijo estudiará temas como español, una lengua extranjera, matemáticas, física, biología, química, historia, formación cívica, geografía y ética, así como áreas de desarrollo personal y social como artes, educación socioemocional y tutoría, educación física, y en algunas instituciones las áreas de autonomía curricular. 

De acuerdo con la secundaria del Valle, estas son algunas de las habilidades que su hijo desarrollará en este nivel educativo:

  • Comunicación para cualquier caso

Los alumnos pondrán en práctica las destrezas necesarias para utilizar una comunicación oral y escrita aceptable de acuerdo con las exigencias de las numerosas circunstancias con las que pueden encontrarse como parte de su educación secundaria. A esta edad, los niños empiezan a aprender a comunicarse de diversas maneras, según con quién hablen y dónde se encuentren. Realizarán un análisis mental, social, cultural y contextual de cada situación, que los alumnos mejorarán continuamente. A medida que lo utilicen más y más, sus procesos conversacionales serán más eficaces y funcionales.

  • Pensamiento matemático

Además de las habilidades matemáticas que ya han aprendido a lo largo de su trayectoria académica, los estudiantes aprenderán a ampliar su comprensión de los aspectos cuantitativos y espaciales de la realidad, a aplicar conceptos matemáticos básicos a problemas del mundo real y a manejar diversos elementos numéricos, de medida, geométricos y de otro tipo en situaciones cotidianas. Además, los niños practicarán el uso de técnicas de razonamiento para encontrar información o resolver problemas comunes. En otras palabras, ellos empezarán a utilizar sus conocimientos matemáticos de forma más práctica y eficaz, convirtiéndolos en una herramienta para encontrar una variedad de respuestas útiles y eficientes.

  • Ser conscientes de lo que les rodea

Los jóvenes comprenderán el mundo durante la enseñanza secundaria a través de sus experiencias con la naturaleza y con todo lo creado por el hombre. Se cuestionarán las posibilidades de mejorar las condiciones de vida y preservarlas no solo para ellos, sino también para otras personas y seres vivos, y buscarán explicaciones tanto a los acontecimientos naturales como a los fenómenos sociales. Aprenderán a moverse en el mundo que empiezan a explorar y a comprender su posición en él. También adquirirán una comprensión más amplia de cómo crece la vida y las actividades humanas.

  • Uso de las TIC's

Aunque en la actualidad los preadolescentes y adolescentes tienen un notable dominio de la tecnología, a lo largo de la educación secundaria serán capaces de comprender y aprovechar sus dotes para convertir su estudio en conocimiento. En función de las fuentes que utilicen para informarse, formarse y comunicarse, aprenderán a buscar, seleccionar y evaluar datos. Serán capaces de juzgar con mayor claridad la información que descubran y sus posibles aplicaciones.

  • Cooperación social

Los alumnos aprenden a convivir y trabajar juntos en el instituto. Durante este tiempo, los chicos participan en actividades, toman decisiones y deciden cómo actuar en diversos entornos y circunstancias sociales, al tiempo que aceptan la responsabilidad de sus actos. Además, empiezan a comprender los muchos puntos de vista a los que podrían enfrentarse al residir con otras personas cuyos estilos de vida divergen del suyo, lo que les impulsa a pensar de forma más crítica y analítica. Su razonamiento se profundiza y deciden entablar una comunicación con los demás para llegar a acuerdos y negociar al tiempo que desarrollan argumentos sólidos.

  • Saber aprender

La habilidad más crucial que un estudiante adquirirá durante su carrera académica es saber estudiar. Un componente clave de las habilidades es el aprendizaje, ya que en este momento los estudiantes empiezan a reconocer qué cosas les salen de forma natural y cuáles les suponen un reto mayor. También empiezan a reconocer sus propias capacidades mentales, emocionales y físicas. Serán conscientes de muchas de sus grandes habilidades y potencialidades, así como de algunas de sus debilidades, y podrán maximizar todos sus rasgos positivos mientras superan sus cualidades más débiles.

  • Autoconciencia

El entrenamiento en la resolución de problemas y el aprendizaje de errores comprende las competencias secundarias. En este punto, los alumnos empezarán a sopesar sus opciones y a asumir riesgos calculados. Conocerse a sí mismo permitirá a una persona automotivarse, ser persistente y responsable. También les permitirá gestionar cómo alcanzan sus objetivos. Además, aprenderán a criticarse a sí mismos y a tomar decisiones basadas en su propio juicio, llegando a ser capaces de defender tales decisiones ante los demás.

¿Por qué debe su hijo estudiar la primaria?

Para estar a la altura de los tiempos y contribuir a construir el futuro, los alumnos deben dominar en la escuela primaria las siguientes habilidades:

  • Resolución de problemas y pensamiento crítico

Los alumnos no solamente deben hacer preguntas, sino que también deben tener las habilidades necesarias para formular las preguntas adecuadas, analizar las pruebas y descubrir la verdad.

Si la mayor parte de la programación la hicieran los ordenadores, seguiríamos teniendo que decirles qué problemas resolver y a qué preguntas responder. Habrá nuevos problemas que ahora no podemos predecir, como los hay en cada generación.

  • Colaboración e impacto en el liderazgo

Es crucial enseñar a los niños a cooperar en lugar de utilizar la autoridad. Cada vez son más frecuentes los equipos con muchas disciplinas. Su hijo debe desarrollar sólidas habilidades de trabajo en equipo, ser consciente de sus propias capacidades y pensar en cómo podría utilizarlas para potenciar el talento de los demás.

  • Agilidad y adaptabilidad

Los niños deben adquirir continuamente las habilidades necesarias para mantenerse al día en un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso. La tecnología crea cada día nuevos programas informáticos, por lo que nuestros hijos deben ser capaces de utilizarlos, probarlos y mejorarlos rápidamente en el lugar de trabajo.

  • Iniciativa y emprendimiento

Los días en que esperábamos pasivamente a que una gran empresa nos ofreciera un puesto de trabajo quedaron atrás. La situación será bastante menos lineal para los niños. Incluso si son artistas, tendremos que educarles para que piensen estratégicamente.

  • Habilidades comunicativas

Leer el lenguaje corporal puede ser menos importante en un mundo en el que cada vez más personas trabajen a distancia y se comuniquen exclusivamente por medios electrónicos.

Sus hijos deben ser capaces de hablar con eficacia y elocuencia, al menos en entornos comerciales formales. Además, es esencial que los alumnos sean capaces de hablar y escribir en inglés con precisión y fluidez, aunque la enseñanza de la lengua materna seguirá siendo importante.

  • Acceso y análisis de información

Aunque las noticias falsas no son noticias, se han arraigado en el tejido del consumo de medios de comunicación. Por ello, es vital enseñarle a su hijo a distinguir entre información verdadera y engañosa, ya sea desinformación deliberada, información falsa difundida para aumentar el dinero de la publicidad o rumores virales.

Curiosidad e imaginación

Hay que despertar su curiosidad con proyectos y experimentos divertidos, fomentar la lectura y dejar que los niños usen libremente su imaginación.

Diferencias entre preparatoria y bachillerato

Una de las preguntas más frecuentes que pueden surgir a los jóvenes que están listos para comenzar su educación medio superior, e incluso a sus padres, es entender las distinciones reales entre preparatoria y bachillerato. A continuación le ayudaremos a despejar las dudas que pueda tener.

Principales distinciones entre preparatoria y bachillerato

¿Cuál es mejor?

Entender cada concepto es importante antes de elegir en donde estudiar. Preparar a los alumnos para que sigan estudiando es el objetivo principal de un bachillerato. En el último año de bachillerato, lo separan en áreas y recibe una formación completa en ciencias, tecnología, sociales o humanidades. Todo lo que necesite para tomar una decisión bien informada sobre su futuro universitario.

Con un bachillerato, obtiene conocimientos especializados que lo ayudarán a prepararse para el mundo laboral. Sin embargo, si lo desea, puede dedicarse a trabajar, a estudiar o a ambas cosas. Esto no implica que no pueda continuar sus estudios o que estos no lo preparen para un futuro en la educación superior.

Aunque pueda parecer que la respuesta es fácil, todo depende de la opción que finalmente elija. Por ejemplo, la ventaja de cursar el bachillerato es que estará preparado para trabajar, si así lo desea, y poder pagar sus estudios universitarios debido a que tendrá una base sólida para hacerlo y con validez oficial, lo que la convierte en la opción ideal en muchos casos.

Por otro lado, estudiar la preparatoria es lo que necesita si decide concentrarse en lo académico o si aún no está seguro de lo que quiere estudiar para elegir una carrera a ese nivel.

Análisis de la educación preparatoria

En 2017, el 56.4% del total de estudiantes de preparatoria y universidad de entre 15 y 29 años de edad estaban inscritos en cursos del nivel superior, mientras que el 38.8% estaban inscritos en cursos de educación media superior, según un estudio realizado.

En el nivel medio superior, el sistema educativo estaba conformado por 59.5% de estudiantes de bachillerato general, 29.1% de tecnológicos y 11.4% de profesional técnico. El 9.6% de los estudiantes se matriculó sólo en sistemas abiertos. Además, el 77.6% asistió a escuelas públicas y el resto a instituciones privadas.

Estos estudiantes eligieron el tipo de bachillerato al que asistirían en el 36% de los casos porque les gustaban los cursos o las vocaciones que ofrecía, en el 23.7% de los casos porque estaba cerca de su casa y en el 22.9% de los casos porque les permitiría seguir con los estudios universitarios (en el caso del bachillerato general).

La estructura y la proporción de la escuela preparatoria elegida no se alteraron de forma drástica, por lo que las preferencias son comparables a la elección del tipo de bachillerato. Aproximadamente el 24.4% de los estudiantes eligió su centro de estudios porque era el más cercano a su domicilio, el 24.4% por su prestigio o alto nivel educativo y el 22.6% porque ofrecía los cursos que les interesaban.

Cuando se hizo el mismo experimento con alumnos de centros públicos y privados por separado, se descubrió que cuando el centro era público, el 40.7% de los alumnos lo elegía por su cercanía, el 23.1% por su estatus y el 18.6% por sus cursos o carreras. Cuando era privada, el 40.4% hizo su elección por el estatus, el 20% por el interés de la investigación y el 15.8% por la ubicación.

En lo que respecta a las personas que sólo tienen un certificado de bachillerato, el 49.4% de ellas estudió en un bachillerato general, el 31.4% en un bachillerato tecnológico, el 19.2% en un bachillerato técnico profesional y el 6.9% en un sistema abierto. De este grupo demográfico, el 78.4% asistió a universidades públicas, y el resto en privadas.

Del total, el 89.2% terminó sus estudios, con un 53.1% de bachillerato profesional tecnológico y un 46.9% de bachillerato general. Algunos estudiantes asistieron a escuelas privadas, mientras que el 77.7% se graduó en escuelas públicas. La eficiencia terminal fue mejor en los centros educativos privados, donde el 92.2% de los alumnos terminaron el bachillerato, frente al 88.4% en los públicos.

De los casi 800,000 chicos que no terminaron el bachillerato, el 35.2% citó limitaciones económicas, el 27% mencionó problemas familiares, el 19.3% dio diversas explicaciones, el 10.31% citó que los cursos eran difíciles y el 8.17% encontró empleo.

Sin embargo, los que estaban matriculados en la educación superior en el momento de la encuesta constituían el 67.9% de los bachilleres generales, el 15.9% de los tecnológicos y el 15.6% de los profesionales técnicos. Esto coincide con la idea de que las personas que deciden cursar el bachillerato general y bivalente lo hacen para continuar con sus estudios superiores.